
Shara Naranjo
Coordinadora de contenidos y proyectos en Estudios Sociales de Colombia
El registro demográfico en un territorio tiene implicaciones que van más allá del simple reconocimiento de sus ciudadanos, estas estadísticas son esenciales para planificar la mano de obra, identificar votantes, proyectar la demanda de servicios sociales como salud y educación, y anticipar el consumo de infraestructura y recursos básicos.
Incluso puede afirmarse que hay una estrecha relación entre la consolidación del Estado y la producción oficial de estadísticas. Las estadísticas están vinculadas a una idea de modernidad y su análisis ha implicado también preguntas sobre el desarrollo y el subdesarrollo por motivo de la población.
En ese sentido, el siglo XX marcó una revolución demográfica y social en Colombia, transformando profundamente sus dinámicas poblacionales. Este proceso, vinculado a cambios económicos, políticos y culturales, sentó las bases para la sociedad contemporánea.
País rural con alta mortalidad
En las primeras décadas del siglo XX, Colombia todavía mostraba rasgos de una economía agraria y rural. Las altas tasas de mortalidad infantil (186,5 muertes por cada 1.000 nacidos vivos en 1905) y una esperanza de vida limitada (39,5 años en promedio) reflejaban un contexto marcado por condiciones de salud precarias y acceso limitado a servicios básicos.
Sin embargo, el crecimiento económico asociado con el auge del café, la inversión en infraestructura y programas iniciales de salud pública impulsaron mejoras significativas en la calidad de vida.
Entre 1905 y 1950, las tasas de mortalidad disminuyeron de 23,4 a 13,2 muertes por cada 1.000 habitantes, mientras que la esperanza de vida se incrementó a 48,8 años.
Al mismo tiempo, la urbanización emergió como una fuerza transformadora: la población urbana pasó del 31 % en 1938 al 52 % en 1964, impulsada por la migración del campo a las ciudades, en busca de oportunidades en la incipiente industria y servicios.
La fecundidad permaneció alta durante este período, con un promedio de 6,8 hijos por mujer en 1950. Este crecimiento poblacional sostenido comenzó a ser visto como un problema por sectores médicos y sociales, al asociarlo con la falta de recursos y dificultades para satisfacer las necesidades de una población en expansión.

La transición demográfica
La segunda mitad del siglo XX marcó el inicio de la transición demográfica en Colombia, un fenómeno caracterizado por una rápida caída de la fecundidad y la mortalidad. Esto coincidió con la industrialización y la expansión de los servicios educativos y de salud.
Las tasas de fecundidad comenzaron a disminuir desde 1965, cayendo de 6 hijos por mujer en 1960 a 4 hacia finales de los años setenta. Esta reducción estuvo impulsada por factores como la introducción de métodos anticonceptivos, campañas de planificación familiar lideradas por organizaciones como Profamilia y un mayor acceso a la educación, especialmente para las mujeres.
El impacto de estas transformaciones no solo fue demográfico, sino también cultural y social. La participación de las mujeres en el mercado laboral y en la educación superior aumentó significativamente, redefiniendo los roles familiares y los modelos de control de natalidad.
En este contexto, la Iglesia Católica, a través de Radio Sutatenza y la Campaña de Procreación Responsable liderada por Acción Cultural Popular (ACPO), desempeñó un papel complejo y ambivalente. Aunque promovía una “paternidad responsable” en sintonía con su doctrina, esta iniciativa se enfrentó tanto a críticas internas de sectores conservadores como a las tensiones inherentes a un país en proceso de modernización.
El trasfondo de esta campaña radicaba en la percepción de que la alta natalidad, combinada con el desempleo y la pobreza asociados a la sobrepoblación, representaba un obstáculo fundamental para el desarrollo nacional. En lugar de enfocarse en un control estricto de la natalidad, la estrategia buscaba fomentar una planificación familiar consciente y acorde con los valores cristianos, proponiendo una transición hacia una paternidad más reflexiva y alineada con las necesidades de la época.
Desarrollada en el período de 1951 a 1964, durante el auge del crecimiento poblacional, esta iniciativa se dio en un contexto de transformación del campo a la ciudad y de significativas mejoras en la salubridad y la nutrición.

Efectos del cambio
Hacia finales del siglo XX, Colombia consolidó su transición demográfica. La fecundidad continuó su descenso, alcanzando un promedio de 2,5 hijos por mujer en el año 2000, mientras que la esperanza de vida ascendió a 72 años.
Este período también estuvo marcado por una disminución en la tasa de crecimiento poblacional, que pasó del 3 % anual en los años cincuenta a cerca del 1,8 % en las últimas décadas del siglo.
Sin embargo, estas transformaciones trajeron consigo nuevos desafíos. La disminución del tamaño de las familias y el envejecimiento poblacional comenzaron a configurar un panorama distinto, donde la atención a las personas mayores y el mantenimiento de una fuerza laboral activa emergieron como temas centrales. La urbanización acelerada también intensificó problemas como la desigualdad y el acceso a servicios básicos.
El siglo XX fue testigo de cómo Colombia dejó atrás un régimen demográfico tradicional para entrar en la modernidad. La planificación familiar, la urbanización y los avances en salud y educación moldearon la estructura poblacional del país.
En 2024, según cifras del DANE, Colombia registró el número más bajo de nacimientos en los últimos 10 años, en el periodo enero-octubre, con un total de 371.777 nacimientos y una caída del 14,4 % respecto al mismo periodo de 2023.
Según el director de Censos y Demografías del Dane, el descenso de los nacimientos desde 2005, pero la disminución sostenida se vio desde 2017 con un gran impacto que se acentuó con la pandemia.
Hoy, la disminución de la natalidad plantea desafíos como la reducción de la mano de obra, el sostenimiento del sistema pensional y la reconfiguración del desarrollo económico.
Estos cambios demográficos, aunque reflejan una tendencia global, plantean desafíos específicos para Colombia, como la reducción de la mano de obra, la sostenibilidad del sistema pensional y el diseño de estrategias para impulsar el desarrollo económico.
Al mismo tiempo, invitan a reflexionar sobre las políticas de control de la natalidad y su impacto en el pasado, cuestionando cómo estas decisiones pretendían moldear el camino hacia el desarrollo y las oportunidades del país en el presente.
¿Quieres saber más?
Flórez, Carmen Elisa. Las transformaciones sociodemográficas en Colombia durante el siglo XX. Bogotá: Banco de la República y Tercer Mundo Editores, 2000.
Lopera López, Juan Alejandro. “Paternidad o procreación responsable: Iglesia católica, Acción Cultural Popular y control de la natalidad en Colombia (1964-1978).” Historia y Sociedad, no. 31 (2016): 235-267. doi:10.15446/hys.n31.55450.
Mejía, Daniel, María Teresa Ramírez, y Jorge Tamayo. “Transición demográfica en Colombia: Teoría y evidencia.” Reportes del Emisor, no. 116 (2009): 1-6.
Portafolio. “Tasa de natalidad cayó en 2024 frente a 2023.” Última modificación diciembre 2024. https://www.portafolio.co/economia/regiones/tasa-de-natalidad-cayo-en-2024-frente-a-2023-620031.