Shara Naranjo
Coordinadora de contenidos y proyectos en Estudios Sociales de Colombia
El fenómeno musical de la champeta conecta vastas zonas geográficas y entrelaza tradiciones que van más allá de lo evidente.
En medio de las dificultades que enfrentan las comunidades afrodescendientes, surgió en la costa colombiana una música que dio voz a la marginación, convirtiéndose en un símbolo de resistencia cultural.
Para entender esta historia, es necesario remontarse a la época colonial y el proceso de esclavización, que trajo a América africanos, especialmente de África Occidental y Central.
Cartagena fue un puerto clave en el comercio de esclavos hasta 1615, y muchos esclavizados que huían de la opresión construyeron asentamientos conocidos como palenques. Uno de los más importantes fue San Basilio de Palenque, liderado por Benkos Biohó, una figura histórica fundamental en la lucha por la libertad de los afrocolombianos.
Primeros sonidos
San Basilio de Palenque es un tesoro cultural profundamente conectado con África. Su lengua palenquera pertenece a la familia lingüística Bantú, con una mezcla única de elementos hispánicos y africanos. La música en Palenque también tiene raíces africanas, expresada en ritmos como el lumbalú, bullerengue, cumbia y mapalé.
A partir de finales de la década de 1960, una nueva forma musical con influencias africanas emergió en la región, la champeta. Este género tiene sus orígenes en la música africana, las Antillas y Brasil, y llegó a Cartagena a través de los marineros caribeños. Se trataba de un sonido transatlántico que, aunque desconocido en términos de lengua, resonaba con las comunidades afrodescendientes por su familiaridad rítmica y emocional.
Herencia cultural
La champeta no solo fue un puente entre África y América, sino también entre los barrios populares de Cartagena y Barranquilla, donde encontró un hogar. A pesar de ser vista con desprecio por las élites, esta música floreció en las comunidades marginalizadas. En la década de 1980, grupos como Son Palenque y Anne Swing dieron vida a la champeta criolla, fusionando las raíces africanas con influencias locales.
Este género musical evolucionó incorporando instrumentos como la batería, guitarra eléctrica y sintetizadores, lo que ayudó a fortalecer su conexión con la música africana moderna.
La champeta se convirtió en un símbolo de la vida cotidiana en la costa Caribe, no solo como un género musical, sino como un movimiento cultural vinculado a la historia de resistencia y lucha contra la exclusión.
Bajo los sonidos de percusión y sintetizadores, la champeta esconde una profunda resistencia cultural. Es un recordatorio de las raíces africanas de los afrocaribeños, quienes enfrentaron siglos de opresión, pero continuaron creando una expresión musical que, sin saberlo, recogía gran parte de sus tradiciones ancestrales.
¿Quieres saber más?
Martínez Miranda, Luis Gerardo (2011). “La champeta: una forma de resistencia
palenquera a las dinámicas de exclusión de las elites “blancas” de
Cartagena y Barranquilla entre 1960 y 2000”. En: Boletín de Antropología.
Universidad de Antioquia, Vol. 25 N.o 42 pp. 150-174.