Shara Naranjo
Coordinadora de contenidos y proyectos en Estudios Sociales de Colombia
El uso de los medios de comunicación por parte de los grupos armados en Colombia ha evolucionado significativamente desde la época de la radio clandestina hasta las estrategias actuales, marcadas por las redes sociales.
La transición muestra una sofisticación y adaptación de las tácticas comunicativas a los cambios tecnológicos y culturales, así como una tensión ante la falta de regulaciones en las redes sociales.
La era del papel
La propaganda de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) surgió como una herramienta central en su estrategia insurgente desde la década de 1960. En su fundación, influenciada por el pensamiento marxista-leninista, las FARC incorporaron conceptos de trabajo de masas y comunicación subversiva, basándose en modelos previos como la Revolución Cubana y las guerrillas liberales del Llano.
Este enfoque buscaba no solo articular un discurso que justificara su lucha, sino también movilizar apoyo entre las bases campesinas, contrarrestando la narrativa estatal.
Durante la expansión del movimiento insurgente, las FARC diversificaron sus esfuerzos propagandísticos. Publicaciones como Resistencia sirvieron como vehículos de difusión ideológica, mientras que eventos públicos y panfletos fueron dirigidos a comunidades rurales.
En la Séptima Conferencia Guerrillera de 1982, se enfatizó la necesidad de incorporar nuevos medios para fortalecer el alcance del mensaje insurgente. Este periodo marcó la transición hacia una estrategia más coordinada, donde la propaganda se entendía como un complemento indispensable de las operaciones militares y políticas.
Traslado a las ondas
A finales de los años 1990, las FARC establecieron emisoras clandestinas como La Voz de la Resistencia. Este proyecto comunicativo se inició en 1998 con el propósito de transmitir mensajes políticos y culturales a las comunidades campesinas bajo su influencia.
La emisora, operada principalmente desde el Bloque Oriental, ejemplificó la capacidad del grupo para adaptar tecnología rudimentaria y garantizar la emisión incluso en condiciones adversas, como los cercos militares.
Este medio fue diseñado no solo para propaganda, sino también para fortalecer la identidad insurgente entre sus combatientes y simpatizantes.
El sistema radial también reveló las limitaciones del grupo. Aunque las emisoras ampliaron el alcance de su narrativa, su impacto estaba restringido a áreas rurales y aisladas, dejando fuera de su influencia a las poblaciones urbanas en crecimiento.
Además, el avance de las tecnologías digitales en la década de 2000 desfasó la radio como principal herramienta propagandística, marcando un desafío para mantener la relevancia en un entorno mediático en evolución.
En la década de 2000, las FARC comenzaron a explorar internet como un nuevo frente propagandístico. Plataformas como ANNCOL y Café Estéreo fueron utilizadas para difundir mensajes en un público más amplio, incluido el internacional.
Sin embargo, estas iniciativas enfrentaron problemas significativos: la rigidez vertical de la organización y una falta de comprensión profunda del medio limitaron su efectividad. El contenido seguía orientado principalmente a una base ideológica, fallando en captar audiencias más amplias o diversificadas.
Bajo la mira del algoritmo
La propaganda insurgente en Colombia ha experimentado una transformación radical en las últimas décadas. Según un reciente informe, los grupos armados actuales, incluidas las disidencias de las FARC y el ELN, utilizan redes sociales como TikTok, WhatsApp y X (antes Twitter) para objetivos específicos. Esta estrategia responde a los avances tecnológicos y a un público más segmentado y urbano.
TikTok: Los grupos armados aprovechan la plataforma para reclutar jóvenes, utilizando videos que romantizan la militancia y promueven narrativas de rebeldía. Estas tácticas buscan construir una imagen atractiva de las organizaciones, apelando a valores culturales y estéticos cercanos a las generaciones más jóvenes.
WhatsApp: Sirve como una herramienta clave para el control social en territorios dominados. A través de grupos cerrados y cadenas de mensajes, los líderes armados dictan órdenes, coordinan operaciones y refuerzan su autoridad, aprovechando la privacidad inherente a la plataforma.
X: Esta plataforma se utiliza para incidir en el debate político y amplificar mensajes ideológicos. Mediante bots y estrategias de manipulación de tendencias, los grupos buscan interactuar con el discurso público y proyectar legitimidad frente a las autoridades y la sociedad.
La evolución del uso de medios por las FARC y otros grupos armados refleja una tensión constante entre continuidad y adaptación. Mientras que las estrategias iniciales se centraron en medios tradicionales como la radio y publicaciones impresas, la transición digital ha permitido explorar nuevos terrenos.
Esta transformación subraya la capacidad de los actores armados para reinventarse, aprovechando las brechas en la regulación tecnológica para mantener su relevancia y consolidar su poder en un contexto cambiante.
¿Quieres saber más?
Navarro Díaz, Omar Alberto, y Yuri Jack Gómez-Morales. “La guerra de posiciones en el dial: La Voz de la Resistencia del AM al FM.” En Ensamblando límites: informalidad, fraude e innovación, editado por C. Ramírez-Ajiaco y Y. J. Gómez-Morales, 73–105. Bogotá: Editorial Uniagustiniana, 2023. https://doi.org/10.28970/9789585498969.03.
Parada Lugo, Valentina y Reynoso, Lucas Reynoso. “X para la política, TikTok para el reclutamiento y WhatsApp para el control social: los grupos armados de Colombia afinan sus estrategias en redes sociales” en El País, 24 de noviembre de 2024.
Roux, Clément. Comunicar la revolución: Un análisis cultural de la propaganda de las FARC y su recepción en Colombia (1964-2022). Tesis de doctorado, Université Paris-Panthéon-Assas y Universidad Nacional de Colombia, 2023.