Shara Naranjo
Coordinadora de contenidos y proyectos en Estudios Sociales de Colombia
Estados Unidos no siempre fue la potencia preponderante que conocemos hoy, y su reinado global parece estar enfrentando un desafío significativo.
Pero, ¿cómo llegó Estados Unidos a convertirse en una potencia mundial? ¿Y cómo es posible que ahora esté compitiendo por la hegemonía con China, un país que pasó de una economía agrícola pobre al comunismo y luego al capitalismo? Quédese y le contamos.
Hasta el siglo XIX, las principales potencias imperialistas eran Francia, Reino Unido y España. Esta última, debilitada por las guerras de independencia en sus colonias americanas, estaba en franco declive. En este contexto, Estados Unidos emergió como una potencia imperialista tras la guerra hispano-cubano-americana de 1898.
En esta guerra, España perdió sus últimas colonias importantes, como Filipinas, Puerto Rico y Cuba, mientras que Estados Unidos consolidó su posición global, obteniendo territorios clave y expandiendo su influencia.
Antes de 1898, Estados Unidos ya había mostrado claras ambiciones expansionistas. La guerra contra México (1846-1848) le permitió adquirir vastos territorios en el suroeste del actual EE.UU., y además mostró interés en comprar Cuba.
Bajo el pretexto de defender la libertad y la democracia, el hundimiento del USS Maine en La Habana se convirtió en el catalizador para intervenir en la guerra hispano-cubana. La victoria permitió a Estados Unidos ganar nuevos territorios y afirmar su papel como potencia imperialista emergente.
La Segunda Guerra Mundial fue un punto de inflexión definitivo. Con Europa devastada, Estados Unidos emergió como la principal potencia global, consolidando su hegemonía económica y militar.
Al concluir la guerra, su liderazgo en la reconstrucción de Europa, junto con la creación de instituciones como el FMI y el Banco Mundial, le permitió establecerse como la mayor superpotencia del siglo XX.
Del Gran Salto a la reforma económica
Mientras tanto, China vivió una transformación igualmente radical. Tras la victoria comunista en 1949, Mao Zedong implementó políticas como el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, que resultaron en graves dificultades económicas y sociales para el país. Estas políticas llevaron a hambrunas, un retroceso industrial y un estancamiento económico que afectaron a millones de personas.
Sin embargo, la verdadera transición comenzó tras la muerte de Mao en 1976, cuando Deng Xiaoping asumió el liderazgo y lanzó una serie de reformas económicas en 1978. Estas reformas se centraron en la apertura comercial y la introducción de elementos capitalistas en un sistema político comunista.
Deng permitió la inversión extranjera, impulsó la industrialización y fomentó el crecimiento tecnológico, lo que resultó en un rápido crecimiento económico que cambió el destino del país.
Durante las décadas de 1990 y 2000, China se transformó en una potencia industrial y tecnológica, dominando sectores clave de la producción global y convirtiéndose en el “taller del mundo”. Su enfoque en la innovación tecnológica, especialmente en áreas como la inteligencia artificial y la infraestructura, ha sido esencial para su ascenso.
El desafío a la hegemonía estadounidense
Hoy, el ascenso de China plantea un desafío directo a la hegemonía de Estados Unidos. Con su crecimiento económico sostenido y su creciente influencia global, China se ha posicionado como una potencia emergente que está modificando el balance de poder mundial. Mientras tanto, Estados Unidos enfrenta el reto de mantener su liderazgo en un escenario global cada vez más multipolar y competitivo.
China no solo desafía a Estados Unidos en términos económicos, sino también geopolíticos, con iniciativas como la Ruta de la Seda (2013) y su creciente influencia en regiones estratégicas como África y América Latina.
En contraste, Estados Unidos está lidiando con desafíos internos y externos, que incluyen el impacto de la globalización, la revolución digital, y su posición cada vez más incierta en la supremacía global ¿Estamos a punto de experimentar una nueva alineación mundial?
¿Quiere saber más?
Doménech, Rafael. EEUU como Potencia Económica del Siglo XXI.
López Villafañe, Víctor. La Emergencia de China como Potencia Mundial.